UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS
DEPARTAMENTO DE ARTE
PROGRAMA DE DIBUJO TÉCNICO
CÁTEDRA: FOTOGRAFÍA
PROFA.: NANCY UROSA
PROFA.: NANCY UROSA
AUTOR: KAREN PERDOMO
C.I.: 16.225.559
DIAFRAGMA (Óptica)
El diafragma es un
dispositivo que le provee al objetivo la capacidad de regular la cantidad de
luz que entra a la cámara. Suele ser un disco o sistema de aletas dispuesto en
el objetivo de una cámara, de forma tal que limita la cantidad luz que llega hacia
el medio fotosensible en la cámara, generalmente de forma ajustable. Las
progresivas variaciones de abertura del diafragma se denominan apertura, y se
especifican mediante el número f,
que es la relación entre la longitud focal y el diámetro de abertura efectivo.
Por
tanto la LUMINOSIDAD de un objetivo ó NUMERO F, es el cociente entre su
distancia focal y el diámetro de su abertura, y los dos parámetros que
controlan el valor de exposición en fotografía son el tiempo de exposición a la
luz y su intensidad.
En
una cámara, el mecanismo que controla el tiempo de exposición es el OBTURADOR y
el que regula la intensidad de la luz se denomina DIAFRAGMA, que actúa
estrechando el cono de luz que penetra por el objetivo.
Si
intentamos estandarizar una serie de aberturas hemos de recordar que, según la
ley del cuadrado inverso, si cerramos la abertura del diafragma a la mitad, la
luminosidad se reduce, no a la mitad, sino a la cuarta parte. Una serie así,
que redujese cada paso el diámetro a la mitad, podría ser:
f/1
- f/2 - f/4 - f/8 - f/16 - f/32 ....
El
problema de esta es que los saltos entre punto y punto cuadruplican la
luminosidad. En la práctica resulta más conveniente que la luz se vaya
reduciendo en pasos de 1/2, en vez de 1/4; para ello, el diámetro, en vez de
seguir una progresión de razón 2, sigue la de la raíz de 2, es decir 1,4.
Actualmente
se ha adoptado esta escala como standard de valores de luminosidad para cada
una de las posiciones a que puede cerrarse el diafragma sea universal para
todos los formatos y objetivos.
f/1 -
f/1,4 - f/2 - f/2,8 - f/4 - f/5,6 - f/8 - f/11 - f/16 - f/22 - f/32 ....
Esta
escala y la de tiempos prácticamente son las únicas que el fotógrafo debe memorizar;
y es importante comprender desde el principio que cuanto más bajo sea el número
f, mayor es su luminosidad y que cuanto más cerrado está el diafragma, mayor es
su número f.
v
PROFUNDIDAD
DE CAMPO
Se
entiende por profundidad de campo, la distancia comprendida entre los puntos
del tema a fotografiar más próximos o más lejanos a la cámara que pueden ser
reproducidos en la película con un enfoque aceptable.
Los
factores que influyen en la mayor o menor profundidad de campo son tres: la
distancia desde el objetivo al punto enfoque, la longitud focal del objetivo y
el diafragma utilizado.
1. Distancia
de enfoque: cuanto más
lejos enfoquemos, mayor será la profundidad de campo. Por ello, si enfocamos a
un objeto situado a 3 metros, manteniendo constante la distancia focal del
objetivo y el diafragma, la profundidad de campo se extenderá por ejemplo desde
unos 1,8m. hasta 5 metros; mientras que si enfocamos a 0,5 metros se extenderá
sólo desde 0,4 a los 0,7m.
2. Distancia
focal: cuanto
mayor sea la distancia focal del objetivo, menor será la profundidad de campo.
3. Diafragma: cuanto mayor sea la apertura del
diafragma (menor número f), menor será la profundidad de campo. Esto resulta
obvio, ya que los diafragmas cerrados estrechan el cono de luz, y por
consiguiente amplían la zona de nitidez.
Por
tanto obtendremos una mayor profundidad utilizando objetivos de corta distancia
focal (Grandes angulares), enfocando objetos alejados de la cámara y cerrando
lo más posible el diafragma. Por el contrario, si con un teleobjetivo con el
diafragma totalmente abierto, enfocamos un objeto muy próximo, obtendremos una
reducidísima profundidad de campo.
Esto
puede sernos muy útil cuando intentamos hacer un retrato en exteriores, o
cuando pretendemos fotografiar un insecto posado en una planta, ya que
prácticamente sólo saldrá enfocado el objeto en cuestión, y el fondo borroso no
distraerá la atención del objeto principal.
Esta
técnica, utilizada para resaltar un sujeto del resto aislándolo de su fondo se
denomina ENFOQUE SELECTIVO o DIFERENCIAL.
Esta
foto tomada en el cementerio de Arlington (Washington), he resaltado la tumba
del marine Paul Jhon Jones de respecto a las lápidas de alrededor.
La segunda imagen, es
un retrato tomado al sur de Ankara, y resulta un ejemplo típico de enfoque
selectivo. Nótese como el desenfoque del fondo resalta la textura de la piel.
Dado
que en la práctica muchas veces resulta imposible acercarse al sujeto, o
cambiar la distancia focal del objetivo, el control de la profundidad de campo
se realiza fundamentalmente con el diafragma.
Para
comprobar la profundidad de campo existen varios métodos:
1. Recurrir a las hojas técnicas de los
objetivos, que si son de buena calidad, suelen llevar una tabla con la
profundidad de campo a diversos diafragmas y distancias de enfoque. En la
práctica, estas hojas son muy engorrosas de usar.
2. En los objetivos de calidad media y alta
suele venir grabada en el barrilete una escala con la profundidad de campo que,
combinada con el anillo de enfoque y el valor del diafragma, resulta muy útil
al fotografiar.
3. Las buenas cámaras réflex tienen además
una palanca que permite cerrar el diafragma al valor elegido y observar por el
visor la profundidad de campo. Aunque este dispositivo resulta muy útil, si el
diafragma que usamos es muy cerrado, la imagen que aparece es tan oscura en el
visor que resulta difícil distinguir algo si el tema no está fuertemente
iluminado.
4. Utilizar alguna de las fórmulas
matemáticas diseñadas al efecto. Este sistema aunque resulta muy engorroso,
suele ser el único método fiable en macrofotografía o en situaciones en resulta
imposible el uso de los métodos anteriores.
Dado
que la profundidad de campo disminuye con puntos de enfoque cercanos a la
cámara, el área de nitidez no se reparte de igual forma por delante y por
detrás de ese punto, sino que lo hace de la siguiente forma: 1/3 de la
profundidad de campo se sitúa desde el punto de enfoque a la cámara y los dos
tercios restantes, desde el punto de enfoque hacia el infinito.
v
CÍRCULOS DE CONFUSIÓN Y DISCOS DE
DIFUSIÓN
Realmente
el área de nitidez que conocemos como profundidad de campo no tiene unos límites
concretos ya que un punto situado en este área, y que por tanto consideramos
enfocado, lo está realmente en función de su distancia al punto exacto de
enfoque, del tamaño final a que ampliemos la copia y de la distancia a que
observemos ésta.
Esto
es debido a que cada punto que forma la imagen, observado a gran aumento, tiene
forma de disco. Este disco, llamado CÍRCULO DE CONFUSIÓN, aumenta de tamaño
según nos alejamos en ambas direcciones del punto de enfoque. Para considerar
si un objeto está enfocado, los puntos que lo componen han de ser menores que
el llamado diámetro del círculo de confusión aceptable. Lógicamente, con
diafragmas muy cerrados los círculos de confusión disminuyen más lentamente su
diámetro conforme nos alejamos del punto de enfoque, que con diafragmas muy
abiertos. Este es el motivo por el que los diafragmas muy cerrados proporcionan
una mayor profundidad de campo.
Según
esto, podría pensarse que para conseguir mayor nitidez lo mejor sería cerrar al
máximo el diafragma para disminuir así los círculos de confusión, pero al tener
que penetrar la luz por un orificio muy cerrado los rayos rozan las laminillas
del diafragma y aparece el fenómeno llamado la DIFUSIÓN. Esto provoca el que
alrededor de cada círculo de confusión se forme un área en penumbra llamada
ANILLO DE DIFRACCIÓN que resta nitidez a la imagen.
Por
tanto, al diafragmar, los círculos de confusión disminuyen, en tanto que los
discos de difusión aumentan. Esto tiende a demostrar un hecho muy conocido por
los fotógrafos, y es que la mayor calidad de imagen se obtiene normalmente en
los diafragmas intermedios, por lo general cerrando dos o tres diafragmas desde
la máxima apertura. Si seguimos cerrando el diafragma iremos ganando
profundidad de campo a costa de perder nitidez, aunque esta pérdida no resulta
muy notable con objetivos de gran calidad.
Como
hemos dicho el diámetro del círculo de confusión aceptable varía en función del
tamaño final de la copia y de la distancia a que se observe ésta.
El
ojo humano no puede distinguir entre un punto y un disco que tenga un diámetro
inferior a los 0,25 mm. vistos a una distancia de 25 cm. Este valor de 0,25 cm.
fija el diámetro del círculo de confusión aceptable para una copia destinada a
observarse a 25 cm. que es la distancia de observación normal de un ojo sano.
Por otra parte habría que considerar otro factor: el formato de la película con
que se hace la toma, ya que ello nos permite saber el grado de ampliación que
necesitaremos para lograr un determinado tamaño de la imagen y por tanto el
aumento que sufrirá el círculo de confusión.
Debido
a lo complicado que resulta realizar el cálculo del diámetro del círculo de
confusión aceptable a causa de la interacción de todos estos factores, el
aficionado puede considerar como correcto un valor aproximado 1/1000 de la
distancia focal del objetivo, para copias menores de 18x24 cm. En este caso el
diámetro del círculo de confusión aceptable sobre negativos de 35 mm. tendría
un valor de unos 0,05 mm. Este valor es aproximadamente el mismo que utilizan
los fabricantes al desarrollar las escalas de profundidad.
Todos estos cálculos
resultan útiles si queremos realizar grandes ampliaciones o pretendemos obtener
imágenes de extraordinaria nitidez para usos científicos.
v
DISTANCIA HIPERFOCAL
El conocimiento de esta distancia por parte
del fotógrafo, resulta muy útil pues enfocando exactamente a esa distancia se
consigue la mayor profundidad de campo para un diafragma dado; por lo que,
dentro de ciertos límites, uno no tiene que preocuparse de enfocar bien la
escena.
Esto explica también por qué las pequeñas
cámaras compactas sin mecanismo de enfoque, son capaces de fotografiar
nítidamente un objeto situado entre 1,5 m. y el infinito. Estas máquinas suelen
llevar un objetivo de corta longitud focal (Gran angular), con el diafragma muy
cerrado (f/11 o f/16) y enfocado exactamente a la distancia hiperfocal.
Este "truco" se basa en el hecho
de que al enfocar un sujeto situado en el infinito, desperdiciamos los 2/3 de
profundidad de campo que, como ya dijimos, se extienden por detrás el punto de
enfoque. Si al fotografiar una escena, en vez de enfocar al infinito, con la
consiguiente pérdida de espacio enfocado por detrás del infinito, lo hacemos en
el punto del primer tercio donde empieza el enfoque, la profundidad de campo se
extenderá ahora desde ese punto hasta el infinito y... ¡además ganamos otro
tercio por delante!
En la práctica el fotógrafo lo que hace es
enfocar al infinito, mirar en la escala de profundidad de campo grabada en el
objetivo a qué distancia se encuentra el primer punto enfocado para un
diafragma dado, y enfocar a continuación sobre ese punto.
La escasez de luz nos obliga muchas veces a abrir el
diafragma, con la consiguiente disminución de profundidad de campo. En caso de
duda sobre si la profundidad de campo cubrirá todo el objeto, lo más acertado
será enfocar en su primer tercio, debido al desigual reparto de la profundidad.
v
EL OBTURADOR
La
exposición es una de las fases fundamentales del proceso fotográfico, y está
determinada por la intensidad luminosa, que controla el diafragma y el tiempo
de exposición, regulado por el obturador.
La
evolución de los obturadores ha ido pareja a la de las emulsiones sensibles.
Las primeras emulsiones eran tan lentas, que el tiempo de exposición podía
controlarse cortando la luz con una simple gorra o con la tapa del objetivo.
Conforme
aumentó la rapidez de las películas, los cortos tiempos de exposición obligaron
a construir obturadores cada vez más rápidos formados por resortes y laminillas
con mecanismos complejos, similares a los de relojería. Los obturadores de las
cámaras más modernas están controlados por osciladores electrónicos de cuarzo o
de niobato de litio.
En
las cámaras actuales prácticamente sólo sobreviven dos tipos: el obturador
central y el planofocal.
Ø
El
OBTURADOR CENTRAL lo encontramos en las cámaras de formato 110 y 120mm. de
doble objetivo: las clásicas Rollei, Hasselblad, etc. Consta de una serie de
laminillas en el interior del objetivo, que a la vez hacen la función de
diafragma y se abren desde el centro hacia los bordes, durante el tiempo fijado
y a la abertura elegida. Tienen la ventaja de poder sincronizar con el flash a
todas las velocidades, aunque no suelen sobrepasar el 1/500 de segundo, y
encarecen y complican los objetivos, al tener que llevar cada uno su propio
mecanismo de obturación.
Ø
El
OBTURADOR PLANOFOCAL: Es el más avanzado entre las cámaras comerciales, lo
llevan casi todas las cámaras réflex de un sólo objetivo (SLR). Se denomina así
por que prácticamente se halla situado en el plano focal de la imagen,
directamente sobre la película.
En
la ESCALA DE OBTURACIÓN UNIVERSAL suelen aparecer al principio dos letras, B,
inicial de Bulb (bulbo), para usar con disparador de cable; en esta posición el
obturador permanece abierto tanto tiempo como apretemos el botón. En las
escalas en que figura la letra T, el obturador se abre a la primera pulsación y
se cierra a la segunda; resulta muy útil para las largas exposiciones nocturnas
sin gastar pilas, aunque puede igualmente usarse la posición B con un cable
provisto de tornillo de retención y los resultados son los mismos. En muchas de
las nuevas cámaras este último sistema puede agotar las pilas.
Una
de las velocidades de obturación (entre 1/60 y 1/250) suele figurar acompañada
de la letra X, esto indica que esa velocidad es la máxima velocidad de
sincronización con el flash, a partir de ahí si lo utilizamos, sólo aparecerá
en la foto una banda de la escena.
El
resto de la escala de velocidades está formado por una serie de tiempos que se
suceden duplicándose, con algunas aproximaciones, y es la siguiente:
Si comparamos esta
escala con la de diafragmas veremos que cada paso en ambas, equivale al doble
del valor anterior y a la mitad del siguiente.
Para
un cierto valor de iluminación, todos los pares de combinaciones que aquí
figuran, tienen un valor equivalente; y para cada nivel de luz, existen tanto
pares de combinaciones diafragma-velocidad como admita nuestro equipo. La
elección de uno u otro dependerá del tipo de escena a tratar.
La
distancia focal del objetivo condiciona la velocidad por dos motivos: por el
mayor peso y vibraciones de los teleobjetivos de larga distancia focal, y por
el menor ángulo de cobertura de los mismos. Pensemos, por ejemplo, que si la
cámara nos vibra un milímetro hacia bajo al disparar con un gran angular, la
escena que contemplamos por el visor se moverá sólo unos centímetros, mientras
que con un superteleobjetivo enfocado a 100 metros, la vibración puede
desplazar la imagen una decena de metros. Quién haya sujetado a mano unos
potentes prismáticos comprenderá sin duda este efecto.
Una
buena regla para saber la velocidad mínima a usar con cada objetivo es ajustar
un valor aproximadamente igual a su distancia focal. De esta manera, con un
teleobjetivo de 500mm. no se aconseja disparar a menos de 1/500 de segundo, y
con uno normal de 50mm. a no menos de 1/60.
En
ocasiones las condiciones de luz o la apertura máxima de un teleobjetivo,
impiden usar velocidades rápidas, en este caso lo mejor es usar un buen trípode
y, si no queda más remedio, recurrir a películas más rápidas y sensibles con la
consiguiente pérdida de nitidez. En caso de apuro es posible sustituir el trípode
por una chaqueta doblada o un saquito de garbanzos, y acomodar la cámara sobre
ello.
El
pulso del fotógrafo puede educarse hasta ciertos límites. Con la experiencia
puede llegarse a disparar hasta cerca de 1/4 de segundo con objetivos menores
de 50mm. Una forma fácil de ejercitarse, es colocando un cachito de espejo
sobre el pentaprisma y colocándose ante una bombilla en una habitación oscura.
Si se adoptan ciertas poses (como enrollarse la correa en el antebrazo, etc.)
puede verse como vibra el punto de luz, reflejado por el espejito en la pared
opuesta de la habitación al apretar el obturador y así, sin gastar película
pueden irse corrigiendo las vibraciones.
v
EL VALOR DE EXPOSICIÓN
Conviene recordar que una calidad técnica
de una foto está en función de la elección del valor de exposición correcto, y
que este valor es producto de la velocidad de obturación y del diafragma
elegido.
El valor de exposición no es una
combinación concreta de diafragma y velocidad, sino una serie de combinaciones,
la elección de una u otra combinación es la principal tarea del fotógrafo al
efectuar la toma.
Las velocidades elevadas implican
diafragmas muy abiertos y por tanto una escasa profundidad de campo; las
velocidades lentas traen consigo gran profundidad de campo y peligro de
vibraciones; todo esto está también condicionado por la luminosidad de la
escena y la rapidez de la película que utilicemos.
Como medida de luminosidad se utiliza cada vez
más (encontraras este dato por ejemplo al leer las especificaciones de una
cámara) la escala EV (Exposure Value) cuyos valores indican una serie de
combinaciones de velocidad-diafragma cuya luminosidad es equivalente.
Un EV = 0 equivale a una exposición de
1" a f/1.0, este nivel luminoso se consigue lógicamente también con
2" a f/1.4, con 4" a f/2 y con todas las demás combinaciones
equivalentes. De igual forma, un EV=1 equivale a 1" a f/1.4, 1/2" a
f/1.0, y todas las exposiciones similares. También existen valores EV negativos
(EV=-2, equivaldría a 8" a f/1.5).
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