UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS
DEPARTAMENTO DE ARTE
PROGRAMA DE DIBUJO TÉCNICO
CÁTEDRA: FOTOGRAFÍA
PROFA.: NANCY UROSA
PROFA.: NANCY UROSA
AUTOR: KAREN PERDOMO
C.I.: 16.225.559
Juan Toro Diez
El 25 de diciembre de 2008, cuando realizo “Nadie se atreva a llorar, dejen que ría el
silencio”. Se iba con periodistas a escenas de crímenes y enfocábamos los
rastros de sangre o la morgue. Fue un trabajo muy duro, porque se retrata a un
país decadente en el que la gente se ha adaptado.
El trabajo está concebido para operar como un archivo, un contenedor de imágenes cuyo conjunto registra las huellas de la pérdida individual y colectiva de la vida. Toro indaga en los rastros del dolor, en los residuos de la muerte, devela los semblantes de la voluntad represada de quienes sobreviven a la tragedia de la muerte y los rastros de los rostros sin nombres que acumula las cifras de la violencia.
Juan Toro Diez es un caraqueño
nacido en el año 1969, sus padres son René Toro y Clara Diez; y sus hijos, Luisa y Lucía (13
años), René (5) y Pablo (1). ha dedicado más de una década a la fotografía. Ha
expuesto en galería y museos de Venezuela. Así como en España, Santo Domingo y
Chile. Ha obtenido importantes reconocimientos: Primer Lugar (Fotografía) en el
1er Concurso Arte Sin Mordaza, y Primera Mención en la Primera Bienal de
Fotografía Venezolana Daniela Chappard.
Desde joven le interesó el
cine. De hecho, en un momento de su vida quiso estudiarlo como carrera. Sin
embargo, cuando llegó el momento de elegir una profesión no existía esa
posibilidad. Por eso decidió formarse como comunicador social en la Universidad
Central de Venezuela. ¿La razón? El séptimo arte es fotografía en movimiento,
así que pensó que si dominaba esta última como unidad, podría hacer películas
en el futuro.
Continúo especializándose e
hizo cursos con Ricardo Ferreira. Luego pasantías en El Universal, cubrí unas
vacaciones en Economía Hoy y se capacito con Nelson Garrido. En aquel entonces
–hace 26 años– este oficio se aprendía siendo el asistente de alguien.
Uno de sus trabajos, el
libro “Expedientes” (Fragmentos de un
país)’ recopila ilustraciones de hace 8 años para acá. A través de la fotografía
objetual, las personas pueden observar una representación de los problemas que
hemos estado viviendo como pueblo. Éxodo, violencia, conflictos políticos,
consumo de antidepresivos, desabastecimiento… situaciones que nos atañen a
todos.
Otro de sus trabajo se
titula “Desaparecidos”, en la que muestra aquellos productos que ya no se
consiguen en el mercado nacional. Están ordenadas como si se tratara de
anaqueles vacíos que reflejan lo que nos encontramos cada vez que vamos a hacer
mercado: casi nada.
Algunos se consternan con el
uso que les da a este arte. Entran, ven las fotografías e inmediatamente salen.
Se sienten confrontados. Pero esto es lo que a él le gusta: reflejar nuestra
realidad. Las palabras pasan, pero los documentos quedan; y cuando superemos
este momento histórico, esta será parte de la evidencia de lo que se vivió.
Guarimba, una palabra que se
hizo bastante popular en 2014. Cada madrugada, después de que finalizaban los
enfrentamientos, Juan Toro se iba al lugar de los hechos y recogía todos los
objetos que quedaban en el piso. Se los llevaba al estudio y los proyectaba
sobre un fondo blanco. Lo hizo porque le interesaba descontextualizarlos del
lugar en el que los encontraba, con la intención de redimensionarlos. Cuando el
espectador se enfrenta a ellos, puede ver y entender la magnitud del daño que
esos artículos causaron.
Entonces, se ven bombas
molotov y lacrimógenas que están quemadas y golpeadas. Ese proyecto se llama “Fragmentos”. En primera instancia, se
presentó en la escuela de Roberto Mata; luego en el Maczul, en Maracaibo; por
último, una parte pequeña en D’Museo.
¿En qué momento comenzó con
todo esto?
El trabajo está concebido para operar como un archivo, un contenedor de imágenes cuyo conjunto registra las huellas de la pérdida individual y colectiva de la vida. Toro indaga en los rastros del dolor, en los residuos de la muerte, devela los semblantes de la voluntad represada de quienes sobreviven a la tragedia de la muerte y los rastros de los rostros sin nombres que acumula las cifras de la violencia.
En septiembre, de ese mismo
año, Juan Toro inaugura en El Anexo / Arte Contemporáneo la muestra “Plomo”, La
exposición está integrada por una serie de 16 fotografías realizadas entre 2011
y 2012, en las cuales el artista registra restos de balas (esquirlas,
casquillos, perdigones). El conjunto plantea la relación entre arte y
violencia, creando una suerte de taxonomía forense de aparente neutralidad.
Una exposición fotográfica
titulada Índice Riesgo País, de este artista venezolano, fue realizada en marzo
del 2015 en la Galería D’Museo, en el Centro de Arte Los Galpones, con un
conjunto de imágenes de mediano y gran formato, que como una suerte de
expedientes fotográficos intentan reflejar la realidad de Venezuela.
Por su parte, el artista
indica que tratando de buscar espacios de reflexión, descontextualiza y amplía
las imágenes de objetos dejados en las marchas captadas por su lente, de modo
que balas e impactos sobre carteles y paredes adquieren nuevos significados en
el entorno de violencia que se vive en el país.
Para concluir les dejo un
comentario realizado por el mismo Juan Toro, “Es que –insisto– a mí me interesa
plasmar lo que nos afecta como seres que habitan en un lugar, reflejar lo que
nos hemos acostumbrado a vivir… en fin, lo que somos”.
de Venezuela.
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